El Salón Zafiro

Leyenda: Secretos de la Atlántida

Época: Crepúsculo de la Ley (Atlántida tardía)

Fecha: Año 32 del Gran Maestrazgo de Gervin

Situacion: Templo de Eisraim

Imagen musical: Si los atlantes pudieran transportarse a un edificio actual, se quedarían horrorizados. "¡Pero si las paredes están muertas!", dirían. Lo sentirían áspero y seco, pues las paredes de sus edificios eran completamente distintas. Estaban hechas de una sustancia orgánica, que en Secretos de la Atlántida se denomina "plass".

El Plass era un material que aportaba calidez al alma, y que proporcionaba un tenue resplandor (tanto físico como no físico).

En la mayoría de los edificios solo era un brillo pálido, mortecino, blanquecino o amarillento. Durante la noche se hacía más tenue, aunque nunca se apagaba por completo – siempre y cuando el edificio estuviera vivo, claro está –. Como los árboles de un bosque, el plass podía morir. Pero si se nutría con afecto y sabiduría, podía vivir siglos, y a veces hasta milenios. Y contenía una presencia – la memoria viviente de lo que había sucedido en el edificio.

Para esta imagen musical, iremos a la parte del templo de Eisraim denominada Las Joyas, donde los grandes sabios tenían sus alojamientos. Allí los edificios no estaban hechos de plass ordinario, sino de plass mezclado con el espíritu de gemas, preparaciones alquímicas misteriosas confeccionadas por sacerdotes albañiles conforme a secretos antiguos de la Ley. En consecuencia, las paredes brillaban con colores fabulosos, como de gemas. Además, no solo eran colores físicos, sino halos etéricos vivientes con patrones astrales de color. Una maravilla de contemplar.

En el libro 5 de Secretos de la Atlántida, observará que en la sala de Shlsharan de la Túnica Azafrán, las paredes vivientes estaban hechas de plass mezclado con el espíritu del zafiro amarillo. Cuando Szar llega allí por primera vez, queda tan cautivado por la luz que pierde cualquier nocion del tiempo. Se limita a permanecer allí, con los ojos bien abiertos. La rica luz amarilla le envuelve. De forma tan tangible, que a veces se pregunta si alguien no le estará tocando. Y oye extranos sonidos en sus cuerpos sutiles, como si él fuera un instrumento musical que estuviera siendo accionado por la luz.

KT Valle de la Luz 2.1.7

Musica por: Samuel Sagan