Piso 1 3:32 |
Leyenda: Secretos de la Atlántida
Época: Crepúsculo de la Ley (Atlántida tardía)
Personaje: Lehrmon, Maestro del Trueno
Imágenes musicales::
Se estaba aproximando al templo una presencia.
"¡Oh, Madre de la Luz... es mi niño!" exclamó Teyani.
Adya sintonizó en la oscuridad visible. "¿Lehrmon?"
"¡Está vivo! ¡Oh, Madre, Madre... gracias!" Teyani puso las manos sobre el corazón. Subió las escaleras corriendo hasta el patio del templo y llamó en voz alta, "¡Lehrmon! ¡Lehrmon! ¡Aquí! ¡Estoy aquí!"
Apareció un niño de seis años con el pelo negro rizado. Contemplaba desde la distancia el aura brillante de Teyani. Entonces ondeó lentamente su mano en la particular manera en que siempre solía saludarla.
"Ven, mi niño", dijo Teyani. "¡Aquí estamos a salvo!"
Secretos de la Atlántida 8.4
La última imagen con la que se quedó Teyani fue la de Lehrmon, de pie sobre el pedestal de una columna rota cerca de la cripta de Apolo. Por sus mejillas rodaban las lágrimas, pero el niñito del pelo rizado permaneció tieso con serena seriedad, dándole su saludo especial mientras desaparecía de vista.
Secretos de la Atlántida 8.4
Alcibyadi se sentaba muy erguida, mirando su interior con profundidad. "Lehrmon, quiero un niño tuyo antes de partir".
"Pero." Lehrmon estaba atónito. "¡Alcibyadi, esto no es ni siquiera una opción! En cualquier caso, ¿puedes imaginarte viajando en estado de gestación?"
"¿Y qué? Mi madre ya lo hizo antes que yo. Y puede que el bebé haya nacido para entonces. No sabemos cuánto tiempo pasará hasta que el Águila envíe la señal de partida".
"Pero... Alcibyadi..."
"Yo ya he pedido permiso al oráculo del Águila Blanca para tener un bebé, y no hubo ninguna objeción". Aunó la voluntad que corría por su sangre, la sangre que compartía con Teyani. "Lehrmon, quiero un bebé tuyo. Sé que tu destino es unirte a la gente del Archivo en los Campos de Paz, y no te estoy pidiendo que te vengas conmigo. Pero quiero llevar tu bebé conmigo a la tierra de Aegypton. Quiero verlo crecer, y quiero que tenga tu mismo aspecto".
Secretos de la Atlántida 9.14
La mente guerrera de Szar advirtió, "detesto decirlo pero no creo que Lehrmon deba permanecer aquí. Es demasiado peligroso. No podemos permitirnos perderle".
"Cierto", acordó Gervin.
"¿Qué debo hacer?" Preguntó Lehrmon desde el Punto.
"Abandona inmediatamente el templo. Vuelve a Lasseera", la fuerza exaltada habló a través de Szar.
"Está en lo cierto", secundó Gervin desde el Trueno, e inundó a Lehrmon con el mismo poder.
Lehrmon alzó ambos brazos. Durante unos segundos se convirtió en una enorme llama de energía blanca. "¡Toda la gloria para el maestro!" gritó con la Voz.
Toda la audiencia le siguió, alzando los brazos, "¡Toda la gloria para el maestro! ¡Toda la gloria para el maestro...!"
Cuando disminuyó la luz y se pudo volver a ver la cara de Lehrmon, él y Szar intercambiaron una última mirada.
Si todo iba bien, se encontrarían de nuevo en la cita del Archivo. Si algo fuera mal, podrían no volver a verse nunca jamás.
Szar recordó el Límite de las Alturas, "¡No diré adiós!"
"¡Nos volveremos a encontrar en la Meseta de Sorana!" Remachó Lehrmon desde el Punto.
En la cripta central la multitud todavía estaba aclamando a Gervin, "¡Toda la gloria para el maestro...!"
Lehrmon se volvió hacia Teyani, con la profundidad de su amor hacia ella condensada - desde el Punto - en un instante.
"Nos volveremos a encontrar en los Campos de Paz", susurró ella desde el Punto.
Él movió lentamente la mano hacia ella como solía hacerlo cuando era niño, y comenzó a correr hacia la puerta principal.
Secretos de la Atlántida 18.14
Musica por: Samuel Sagan