Muerte en el Dragon
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Leyenda: Secretos de la Atlántida, Libro 6
Época: Crepúsculo de la Ley (Atlántida tardía)
Fecha: Año 36 del Gran Maestrazgo de Gervin
Situación: Monte Lohrzen, Templo de los Hijos del Dragón, condado de las Tierras Rojas
Personajes: Szar, Marek
Imagen musical: En la cripta, Szar será abandonado en total oscuridad, expuesto al aliento del Gran Dragón de las Profundidades - el irresistible poder de los Inframundos. Si sobrevive, será aceptado como Gran Guerrero.
En esta etapa de la iniciación, perecen más de dos tercios de los candidatos.
Por fin, llegamos a una pequeña cámara. En el centro había una tumba cavada en la roca. Al verla, empecé a reírme entre dientes como un necio.
"¡Acuéstate en el agujero!", Marek apuntó a la tumba.
Los cuatro hombres colocaron las antorchas en los anillos que había sujetos a las paredes. Tras lo cual se sentaron en las cuatro esquinas de la tumba y recitaron dos breves himnos de su Ley.
Marek se inclinó hacia mí. "Alabada sea la Dragón, Madre de la Noche Sin Fin, ¡Lo has logrado! ¡No está mal, hijo! Muchos hombres han muerto antes de llegar hasta aquí. Ahora tu parte ha terminado. Poco más puedes hacer, todo depende de Ella. Así que... ¡disfruta! La Dragón vendrá a ti y tú escucharás su verdadera Voz, como pocos hombres en el reino han escuchado. ¡Eres un hombre afortunado! Quizá esto te mate, pero hay formas más estúpidas de morir, créeme", se rió.
Secretos de la Atlántida 6.9
Un tsunami de la Palabra.
Engulló mi cuerpo y me proyectó a lo alto de las esferas, más allá de los campos de estrellas.
En el misterioso vacío, escuché una voz que susurraba desde la lejanía: "Señal de emergencia del Espacio Matriz. El vehículo terrestre está a punto de desintegrarse. A menos que se actúe de inmediato, derivará en daño irreparable".
Miré hacia abajo, buscando mi cuerpo.
"Objetivo identificado. No intentes proyectarte en su interior".
¡Mi cuerpo estaba muerto!
Abajo en la cripta, el Fuego era insano. Una tras otra, inmensas, horrendas olas de Voz golpeaban mi cuerpo.
"Vehículo terrestre dañado más allá de una posible reparación. No intentes proyectarte en su interior".
Muerto. Realmente muerto.
Destrozado por la Palabra.
Devastado por el trueno de la Tierra. Hendido a trozos.
A través de la hendidura, el poder del Dragón se precipitaba adentro.
"¡Elyani! ¡Elyani! ¡Elyani!"
La remota voz susurró, "Sigue la luz en la matriz del espacio. Activa la expansión de la conciencia".
"¡Adiós, Elyani!"
Inmensidad.
Infinidad más allá de las palabras.
El Abismo de las Profundidades, donde sonríe la Madre de la Luz..
Amor eterno, Águila Blanca de los dioses.
Secretos de la Atlántida 6.11
Musica por: Samuel Sagan