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Leyenda: Secretos de la Atlántida, Libro 11
Época: Crepúsculo de la Ley (Atlántida tardía)
Fecha: Invierno, año 38 del Gran Maestrazgo de Gervin
Situación: Suite principesca del palacio de Tomoristán
Personajes: Pepeena, Elyani, Szar
Imagen musical: En la suite principesca, lujosamente amueblada, Elyani y Szar descubren una extraña criatura en la bañera.
Apretando los puños, ejecuté lenta y silenciosamente la danza negra hasta llegar a la enorme bañera redonda, evitando cuidadosamente los artefactos de cristal dispuestos sobre la alfombra, que semejaba césped.
Pude oler que la bestia había percibido que se aproximaba mi presencia. Permaneció inmóvil y silenciosa como un muerto. “¡La he encontrado!” llamé a Elyani. “Un extraño monstruo marino. Su aura no es en absoluto la de un pez”.
“¿A qué se parece?”
Secretos de la Atlántida 11.8
Elyani me tiró de la mano, “Ven y mira a Pepeena”.
“¿Quién?”, continué, mis ojos cautivados por la pared que brindaba brillo tras brillo, creando una interacción constante de colores cambiantes.
“Pepeena, el pez parlante. Marzook me lo ha explicado todo de ella”. Elyani hizo que me sentara al borde de la enorme bañera. El monstruo marino de dos colas se acercó a la superficie, mirándonos atentamente.
“Es un pez muy raro. En los Días Antiguos de la Tierra, solía vivir en ciertos lagos de la tierra de Mu. Este es hembra, y su nombre es Pepeena”.
“¿Has dicho que puede hablar?”
“Es joven y todavía está aprendiendo”. Elyani se inclinó cerca de la superficie, llamando dulcemente, “¡Pepeena! ¡Pepeena!”
Pepeena contestó emitiendo algunas burbujas.
“Es un poco tímida porque aún no se ha acostumbrado a ti”, dijo Elyani, metiendo un dedo en el agua.
Pepeena movió la cabeza de un lado para otro, frotando el dedo con sus gruesos labios azules.
Secretos de la Atlántida 11.10
Musica por: Samuel Sagan